Estas cuatro paredes me encierran. Estas
cuatro paredes me protegen.
Me es difícil enfrentar la realidad del
afuera, me siento agobiado, mis manos sudan y un leve temblor en mi cuerpo me
indica que estoy a punto de desmayarme.
La especialista dice que sufro un tipo de
fobia social, realmente entenderá que el miedo me protege de esos hombres raros
que cada vez que camino por una vereda me siguen y me miran de mil formas
distintas, hacen gestos, se ríen de mi y por alguna razón que no alcanzo a
comprender aun no han acabado con mi vida.
Hoy la especialista me ha dicho que lo
mío es serio que estoy sufriendo una paranoia con delirios de persecución, si
ella entendiera que delante de mí todos son sospechosos, sé que el día menos
pensado ellos me atacaran por la espalda, todo mi cuerpo parece querer avisarme
eso, pero esta doctora no lo entiende, ella insiste que debo realizar un
tratamiento para que pueda reinsertarme a la sociedad, evidentemente aún no ha
comprendido nada, es ella la que realmente está loca, cómo ha podido decirle a
mi familia que deberían internarme porque el diagnostico profesional así lo
requiere.
La cita o el turno como ella le gusta
decir es para mañana, pero no iré, me quedaré en el refugio más seguro para mi,
quien podría hacerme daño en mi departamento, he llegado a la conclusión de que
ella era uno de ellos y seguramente mi ejecutora, ingenuos su plan no funciono,
solo temo que al abrir la puerta de mi departamento ellos estén ahí, así que me
encerraré en mi habitación y luego en el baño y no abriré su puerta, porque sé
que detrás de ella esperan por mí.
Espinosa Federico
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